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Alex Mijares nació en Caracas el 5 de Abril de 1979. Hijo de un padre profesional y una madre ama de casa, tuvo una infancia muy feliz, compartida entre la gran ciudad de Caracas y fines de semana y vacaciones en una casa de campo en Caucagua – Estado Miranda. Alex tuvo la oportunidad de recibir con la ayuda de sus padres una excelente educación. La primaria fue en la Escuela Parroquial de San José. Allí además de ser un chico muy travieso e inquieto, tuvo la oportunidad de servir como monaguillo para la Iglesia al lado de quien fuera en vida un gran hombre de Dios, Monseñor Jaime Fraga. Desde chico siempre ha sido un emprendedor nato. Su primer negocio fue de limpieza de zapatos. El disfrutaba del dinero que ganaba limpiando los zapatos a todo aquel que le dejara hacerlo, su principal cliente era su padre. Abrió su primera cuenta bancaria a los 9 años (requiriendo la firma autorizada de su padre) con la finalidad de ahorrar. Al terminar la primaria continúo sus estudios intermedios en el Colegio La Salle La Colina. Allí no solamente tuvo la oportunidad de recibir una gran educación, sino también de crear grandes amistades para toda la vida. En La Salle La Colina pudo relacionarse con estudiantes de todas las clases sociales, lo que le permitió empezar a crear una imagen de vida y objetivos que deseaba lograr en su vida al igual como distinguir hacia donde no quería dirigir su destino. Entre otras cosas, comenzó a soñar con tener la oportunidad de continuar sus estudios y vivir en el extranjero así como de tener la oportunidad de viajar y conocer el mundo. Como emprendedor, a los 13 años comienza una empresa de software junto con su primer socio, que aún hoy en día sigue siendo uno de sus mejores amigos. Alex también estuvo envuelto en otras actividades empresariales y de trabajo. En un momento de su adolescencia estuvo por más de un año compaginando sus estudios secundarios con trabajo en tiendas de comida rápida. Este trabajo no lo necesitaba, pero como ahorrador que siempre ha sido, esto le daba una sensación de independencia que él disfrutaba. Durante esta época Alex tuvo la oportunidad de leer el libro que más tarde cambiaría su vida para siempre: “Padre Rico – Padre Pobre” de Robert Kiyosaki. Al terminar la educación secundaria decidió estudiar la carrera de Medicina en la Universidad Central de Venezuela y así desarrollarse en un campo que le permitiera desarrollar sus anhelos. Alex sabía que una de sus pasiones era relacionarse con la gente, comunicar, persuadir, compartir con personas y añadir valor de una forma que tuviese significado para otros seres humanos. Que mejor forma de hacerlo que siendo médico.
Una vez terminada la carrera, tuvo la oportunidad de cumplir uno de sus sueños y continuar su educación en Europa. Alex se muda a España y por primera descubre la experiencia de ser inmigrante. Para él los primeros años como inmigrante fueron duros pero a la vez apasionantes. Completa sus estudios de postgrado y se convierte en Medico del Trabajo. Sin embrago, como no podía ser de otra manera, durante todos estos años estuvo envuelto en otros negocios incluyendo cibercafés, páginas web, la fundación de una clínica privada y la administración de un bar. En España entre otras empresas, trabajo en la compañía de supermercados más importante del país como Director Médico del Servicio de Prevención. Allí tuvo la fortuna de conocer a la mujer de su vida, quien acabaría convirtiéndose en su amada esposa, Virginia.
Viajero incesante y de espíritu emprendedor, años más tarde tomaría la decisión junto con Virginia de emigrar nuevamente, pero esta vez al Reino Unido de Gran Bretaña. Ambos descubren al poco tiempo de llegar y gracias a un hecho fortuito en el que nuevamente Robert Kiyosaki estaría envuelto, la magia del mundo de la inversión inmobiliaria. Desde entonces, Alex y Virginia han trabajado duro e incesantemente junto con otros socios para desarrollar y manejar un sustancial portafolio de propiedades inmobiliarias residenciales.
Alex y Virginia son hoy en día financieramente independientes. Sin embargo, ambos tienen un fuerte espíritu emprendedor y siguen trabajando día a día para no solo hacer crecer el portafolio, sino también para crear valor en la economía y servir a otras personas a través de una actividad hacia la que ambos se sienten apasionados como es la inversión inmobiliaria. En los últimos años han ido poco a poco aumentando el calibre de las actividades en las cuales están inmersos, incluyendo compra y venta, manejo de propiedades de múltiple ocupación, apartamentos vacacionales y también promoción y desarrollo inmobiliario.